lunes, marzo 10, 2008

UN DULCE ATARDECER.

Me gusta cuando el sol se esconde buscando refugio tras las nubes y junto al mar. Creo que es uno de los espectáculos más bonitos del mundo y ¡es gratis!. La foto de arriba la tomé el sábado en el puerto de Valencia, donde por un instante tuve la sensación de trasladarme de lugar de tanto como me recordaba a Venecia. En realidad no tiene nada que ver, será cosa de la imaginación, pero es cierto que al mirar a lo lejos, los edificios más regios, con el encanto de su antigüedad, se reflejaban en el mar iluminados por esa luz que desprendía el sol casi deslumbrante. Todo esto lo compartimos con Paco y Mayte, amigos los dos, compañero además él. Tras comer en El Palmar, junto a la Albufera, terminamos la tarde en un rincón del puerto hablando de trivialidades unas veces y de cosas muy interesantes otras, y de nuevo hicimos de un día algo diferente. ¿Quien dijo que la perfección no existe?, para mí fue este un día perfecto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa soy yo!!!!!!!!!!
Si me viera mi abuela.....Cómo fardaría de nieta en el Club del Pensionista, jajaja.
La verdad es que aprendí un montón de cosas de estos chicos, son un encanto.

Nos debeis una cena vegetariana....

Besirrinín.
Mayte

Perico dijo...

Paco es un tío muy duro y no sé si esa comida para nenas le va a gustar :))))))

Lorena dijo...

Pues Paco que haga un esfuercito.
Gracias por el mensajito Mayte.
Besets.